La nueva Ley de Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales aterriza en nuestro país rodeada de controversia desde su gestación, pero se aprueba como uno de los proyectos con más consenso de la legislatura.
Algunos de los artículos que contiene la nueva LOPD han generado mucha polémica desde su planteamiento inicial, aunque con todo, la nueva Ley de Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales ha sido ratificada por el Senado y ha llegado a este punto con el apoyo absoluto de la Cámara Baja. Siendo tan rotundamente unificadora para los partidos políticos y tan polémica de cara al resto de los sectores, cabe analizar la importancia que tendrá esta nueva visión de la privacidad para los partidos políticos y la luz verde que les otorga de cara al uso de datos en sus campañas.
Algunos puntos del texto que generan incertidumbre
La Ley de Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales ha sufrido una revisión tan importante que existen puntos de acuerdo y otros tantos que generan un gran malestar en diversos sectores.
En la cara menos amable de la moneda, se pueden encontrar multitud de aspectos que desagradan a importantes colectivos de activistas o asociaciones relacionadas con la defensa de la libertad de expresión en la red. La razón de esta inquietud pasa por la influencia que ciertos artículos que podrían cambiar la forma en la que utilizamos actualmente internet, y puntos que otorgarían a los partidos políticos la libertad de espiar los perfiles de la red sin demasiadas barreras, desprotegiendo a los usuarios en términos de privacidad.
Los nuevos puntos que abordan estas controvertidas licencias son el 85, el 93, el 94 y el 58 bis, párrafos en los que se encuentran las claves de la polémica y que son incluso, según la Plataforma en Defensa de la Libertad de Información (PDLI) “un disparate que solo favorece a los políticos y van a avivar la censura”.
La misión de esos nuevos apartados de la LOPD sería la de legislar el derecho a la rectificación y el derecho al olvido, especialmente los incluidos en el apartado de la Garantía de los Derechos Digitales, y son precisamente los que han sido muy apoyados por todos los partidos.
La Ley de Protección de Datos Personales y el vínculo electoral
De estos puntos señalados en el foco de la polémica, el 58 bis se lleva la palma e incluso será recurrido por Podemos. Este añadido “de última hora” genera un acuerdo entre los diferentes partidos políticos y varía algo tan importante como la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, otorgando a los partidos políticos la potestad de intrusión en la privacidad que ninguna otra empresa o entidad tendría.
Concretamente, el artículo 58 bis de utilización de medios tecnológicos y datos personales en las actividades electorales detalla: La recopilación de datos personales relativos a las opiniones políticas de las personas que lleven a cabo los partidos políticos en el marco de sus actividades electorales se encontrará amparada en el interés público únicamente cuando se ofrezcan garantías adecuadas. Los partidos políticos, coaliciones y agrupaciones electorales podrán utilizar datos personales obtenidos en páginas web y otras fuentes de acceso público para la realización de actividades políticas durante el período electoral. El envío de propaganda electoral por medios electrónicos o sistemas de mensajería y la contratación de propaganda electoral en redes sociales o medios equivalentes no tendrán consideración de actividad o comunicación comercial. Las actividades divulgativas anteriormente referidas identificarán de modo destacado su naturaleza electoral. Se facilitará al destinatario un modo sencillo y gratuito de ejercicio del derecho de oposición.
Gracias a estos puntos de la nueva LOPD, la privacidad de los usuarios se podría ver ligeramente afectada ya que los partidos políticos tendrán la libertad de recabar información de los ciudadanos y posibles votantes a través de todas las páginas web o redes sociales en las que entren.
Con esos nuevos datos obtenidos, podrán generar bases de datos ideológicas y generar contenidos o campañas enfocadas según los análisis realizados, enviando spam o realizando maniobras que gracias a este artículo ya no se considerarán de índole comercial.
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